En un importante giro jurisprudencial, el Pleno de la Sala IV de lo Social del Tribunal Supremo, en Sentencia de 18 de noviembre de 2024, ha establecido recientemente que las empresas ya no pueden proceder al despido disciplinario de sus empleados sin antes ofrecerles un trámite de audiencia previa. Esta decisión, unánime y significativa, viene a actualizar la doctrina del Tribunal sobre el proceso de despido en el ámbito laboral español, respondiendo a los cambios legislativos y las normativas internacionales en vigor. A continuación, analizaremos los aspectos clave de esta sentencia, su impacto en las empresas y los derechos de los trabajadores.

Contexto: Un caso real de despido

El fallo surge a raíz del despido disciplinario de un profesor en la Fundación Escuela Superior de Arte Dramático de Baleares, quien fue acusado de conductas inapropiadas hacia alumnas. Tras su despido, el profesor recurrió la decisión y, en primera instancia, el Tribunal Superior de Justicia de las Islas Baleares falló a su favor, considerándolo un despido improcedente. En consecuencia, la fundación fue condenada a readmitir al docente en sus mismas condiciones laborales o a indemnizarle con una suma considerable de dinero.

La Fundación presentó un recurso de casación ante el Tribunal Supremo con el fin de que se unificara la doctrina aplicable a estos casos, especialmente en lo relativo a la audiencia previa en los despidos disciplinarios. Esta fue la base para que el Supremo pronunciara su fallo, el cual tiene repercusiones más allá de este caso concreto.

La Sentencia del Tribunal Supremo

La sentencia del Tribunal Supremo es clara y marca un antes y un después en la interpretación de los procedimientos de despido. El Supremo aclara que las empresas deben garantizar un derecho de audiencia previa al trabajador antes de que se lleve a cabo un despido disciplinario. Esto significa que, en caso de que una empresa quiera despedir a un empleado por causas disciplinarias, deberá darle la oportunidad de defenderse de las acusaciones que se le imponen. Este derecho de defensa es un pilar fundamental de cualquier proceso legal justo, y su inclusión en el ámbito laboral fortalece la protección de los derechos de los trabajadores.

¿Qué implica la audiencia previa?

La audiencia previa se refiere al procedimiento mediante el cual el trabajador tiene la posibilidad de conocer las razones por las que se le está despidiendo y, además, exponer su versión de los hechos antes de que la empresa tome una decisión definitiva. El Supremo subraya que este derecho es indispensable para asegurar que el despido no se lleve a cabo de manera arbitraria o sin fundamento, y que el trabajador tenga la oportunidad de justificar su comportamiento o corregir posibles malentendidos.

El Tribunal Supremo fundamenta su decisión en el artículo 7 del Convenio 158 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que establece que se debe ofrecer una audiencia previa antes de proceder al despido disciplinario, salvo en aquellos casos excepcionales en los que no sea razonable hacerlo.

Con este fallo, el Tribunal refuerza la aplicación del derecho internacional y establece que las empresas deben adaptarse a estos estándares para evitar que los despidos sean injustificados.

El Tribunal Supremo también aclara que esta exigencia de audiencia previa se aplica únicamente a los despidos que se produzcan tras la publicación de esta sentencia. Esto significa que los despidos ocurridos antes de la misma no estarán sujetos a este nuevo requisito, pero cualquier despido futuro deberá contar con este procedimiento.

Implicaciones para las empresas y los trabajadores

Para las empresas, este fallo implica un ajuste en la manera en que gestionan los despidos disciplinarios. A partir de ahora, las empresas deberán implementar un procedimiento formal en el que se respete el derecho del trabajador a defenderse antes de que se tome una decisión definitiva sobre su despido.

Para los trabajadores, este fallo supone una protección adicional en los casos de despidos disciplinarios. Los empleados tendrán más garantías de que su despido no se basará en acusaciones sin fundamento y podrán presentar pruebas o defenderse de las imputaciones que se les hagan.

Conclusión

La decisión del Tribunal Supremo sobre la audiencia previa en los despidos disciplinarios es una importante victoria para los derechos laborales en España. Refuerza la protección de los trabajadores frente a despidos injustificados y establece un procedimiento más transparente y justo. Las empresas deben adaptarse a esta nueva doctrina y asegurarse de cumplir con el derecho de los trabajadores a ser escuchados antes de tomar decisiones tan drásticas como la extinción de la relación laboral.

Este fallo también pone de manifiesto la necesidad de continuar adaptando las normativas laborales españolas a los estándares internacionales, garantizando así que los derechos de los trabajadores estén siempre protegidos, incluso en situaciones tan delicadas como un despido disciplinario.